En el Día Mundial de la Preservación Digital 2024, honramos el compromiso y la experiencia de los profesionales de todo el mundo que salvaguardan los documentos de archivo digitales y físicos para las generaciones futuras. Este año, lo celebramos compartiendo los puntos de vista de Somaya Langley y Kelly Spring, Copresidentas del Grupo de Expertos sobre Gestión de Archivos Digitales y Físicos del ICA, que hablan de los principales retos, la colaboración y la tecnología que dan forma a la preservación digital en la actualidad.  

 

Afrontar los retos actuales de la preservación digital  

La preservación digital se enfrenta a retos que van más allá de las complejidades técnicas. Somaya y Kelly explican:

A menudo se considera que los retos de la preservación digital son predominantemente técnicos, sobre todo cuando el contenido digital es complejo. Sin embargo, los retos a los que se enfrentan actualmente las organizaciones que trabajan con la memoria suelen deberse a la falta de financiación de las actividades de preservación digital y al poco tiempo que queda para transferir los contenidos de los soportes heredados (como disquetes, soportes ópticos, cintas, etc.) antes de que se degraden.

Los expertos en preservación audiovisual y digital llevan muchos años advirtiendo del “diluvio digital” y la “avalancha analógica”. Ahora las organizaciones se enfrentan a estos retos en paralelo. Sin los presupuestos, los recursos y el tiempo necesarios, no todo lo que se considere digno de preservación a largo plazo podrá salvarse.

 

Potenciar la colaboración para mejorar las prácticas de preservación 

La colaboración es esencial para superar estas limitaciones de recursos. Aunque refuerza las capacidades en todo el campo, Somaya y Kelly subrayan la importancia de contar con personal dedicado a la preservación digital. Como señalan,

La colaboración es increíblemente importante cuando los recursos son limitados. Sin embargo, la colaboración sólo puede desarrollar a una persona, organización o sector hasta cierto punto. Las organizaciones necesitan personal dedicado específicamente a la preservación digital, y personal que posea las competencias técnicas necesarias para llevar a cabo actividades de adquisición y preservación digital.

Centrarse en el intercambio de conocimientos ofrece a las personas y organizaciones un mecanismo para aprender de los demás los enfoques y técnicas utilizados en la preservación digital que han funcionado (y los que no). Un buen ejemplo es la Australasia Preserves Community of Practice.

 

El papel de las nuevas tecnologías  

El creciente volumen de contenidos digitales exige soluciones escalables. Las tecnologías emergentes, como la Inteligencia Artificial (IA) y el Aprendizaje Automático (AM), ofrecen herramientas que pueden ayudar en este esfuerzo. Sin embargo, Somaya y Kelly subrayan que estas innovaciones deben abordarse con cautela:

Las organizaciones de la memoria gestionan cantidades cada vez mayores de contenidos digitales. Esto requiere herramientas potentes para manejar estos datos ‘a escala’. Podemos considerar la Inteligencia Artificial (IA) y el Aprendizaje Automático (AM) como una “tecnología emergente”; simplemente estamos siendo testigos de cómo nuevas herramientas y capacidades -como la IA generativa- entran en la corriente dominante.

Desmitificar la IA y el ML es fundamental para ser conscientes del impacto medioambiental, a través de los sesgos algorítmicos. Hay que capacitar a las personas para que hagan preguntas inquisitivas a los proveedores de software e infraestructuras tecnológicas a gran escala. Además, es esencial desarrollar habilidades que permitan interrogar a los sistemas utilizados para gestionar las colecciones digitales.

 

Ejemplos inspiradores de conservación digital  

Una de las iniciativas de preservación digital más inspiradoras es un evento de la Digital Preservation Coalition (DPC): Preservadores Digitales Anónimos. Guiados por las reglas de Chatham House, los profesionales de la preservación digital se reúnen para compartir experiencias sobre los retos a los que se han enfrentado y cómo los han resuelto. Las organizaciones dedicadas a la preservación de la memoria suelen evitar compartir sus problemas o fracasos. Esto puede ser una información valiosa para otros que se enfrentan al mismo problema, o como advertencia de algo que hay que tener en cuenta. Compartir de forma transparente los retos a los que nos enfrentamos o las experiencias en las que las cosas han ido mal puede ayudar a otras personas y organizaciones a mejorar la gestión de sus colecciones digitales.

 

En este Día Mundial de la Preservación Digital, celebramos la voz colectiva de profesionales como Somaya y Kelly y el papel crucial de los defensores de la preservación digital. Mediante el aprendizaje colaborativo y la integración reflexiva de las nuevas tecnologías, este campo sigue avanzando, salvaguardando nuestro patrimonio común para el futuro.