El Consejo Internacional de Archivos observa con preocupación el incendio del Instituto de Investigaciones Industriales, filial de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), que albergaba raras colecciones de material de investigación e informes sobre Sudán, así como los peligrosos combates en zonas adyacentes al Museo Nacional, la Oficina Nacional de Registros, la Biblioteca Nacional de Sudán, la Radio y Televisión de Sudán y la Sección de Sudán de la Biblioteca de la Universidad de Jartum. Estas instituciones son los principales depósitos nacionales de archivos y colecciones de información sobre Sudán, su historia y su desarrollo. En la confusión de la guerra, los documentos conservados en estos edificios pueden ser destruidos inadvertida o maliciosamente. 
Es esencial proteger los archivos y los fondos documentales para garantizar el buen funcionamiento de la sociedad, apoyar el ejercicio de los derechos civiles y documentar la historia de los pueblos de Sudán. Instamos a las autoridades públicas de Sudán a proteger y asegurar los archivos de estos organismos públicos e instituciones educativas. Los funcionarios deben preparar planes de contingencia para proteger estos edificios de ataques que puedan provocar la destrucción de los materiales documentales. Si es posible, las autoridades públicas deberían financiar programas de copia de los archivos esenciales e identificar un lugar seguro para conservar las copias. 
Al Consejo Internacional de Archivos le preocupan además los informes según los cuales las colecciones personales de los ciudadanos, que forman parte del tejido de la historia de Sudán, están en peligro. Instamos a las personas que poseen dichas colecciones a que tomen medidas para protegerlas, en la medida de lo posible, en estos tiempos calamitosos. 
Por último, hacemos constar nuestra profunda preocupación por la seguridad personal de los valientes archivistas que luchan por proteger los archivos y los materiales de las bibliotecas en estos momentos de conflicto. El ICA pide encarecidamente a las autoridades públicas y a los diferentes actores del conflicto que respeten el trabajo realizado por estos profesionales y que protejan sus vidas y su integridad.