Uno de los principales acontecimientos de 2022 fue la entrega del Premio Nobel de la Paz 2022 al defensor de los derechos humanos bielorruso Ales Bialiatski, a la organización rusa de derechos humanos Memorial y a la organización ucraniana de derechos humanos Center for Civil Liberties. Antes de que finalice este año, el ICA quiere felicitar una vez más a los tres galardonados, pero especialmente a Memorial, ya que la selección de esta organización demuestra lo importante que es documentar los crímenes de guerra y los abusos de los derechos humanos para criticar al poder y proteger los derechos fundamentales de los ciudadanos.  
Desde su fundación hace más de 30 años como organización no gubernamental dedicada a preservar la memoria de las represiones políticas de la era soviética, Memorial Internacional se ha convertido en un archivo de importancia mundial. Los archivos de Memorial contienen más de 60000 expedientes de represaliados políticos del período soviético, así como expedientes de disidentes, fotografías, videos y testimonios orales. A partir de estos materiales, Memorial ha desarrollado diversas bases de datos entre las que podemos destacar la dedicada a las víctimas de la represión política y la que contiene los datos de los integrantes de la NKVD en los años treinta. Los fondos archivísticos están abiertos a la investigación, salvo en los casos en que las personas que han hecho entrega de los documentos a Memorial hayan especificado restricciones para su uso público. El archivo de Memorial presta asesoramiento sobre familiares represaliados. 
El Premio Nobel concedido a esta organización refuerza la importancia de uno de los principios de la Declaración Universal de Archivos:   
          “El libre acceso a los archivos enriquece nuestro conocimiento de la sociedad, promueve la democracia, protege los derechos de los ciudadanos y mejora la calidad de vida.” 
Tal y como se afirmó el pasado mes de marzo, y que ahora adquiere aún más relevancia, el ICA cree firmemente que los fondos de Memorial Internacional, archivísticos, bibliográficos y museísticos, los cuales son de valor único, deben ser protegidos. De esta misma forma, sus documentos deben permanecer accesibles, como herramientas que aseguren que la historia del pasado se preserve con dignidad y precisión.