Estoy segura de que muchos de ustedes habrán visto anoche las noticias sobre el incendio de la Catedral de Notre Dame de Paris, y habrán compartido la devastación que todos aquí en Francia, y en todo el mundo, sentimos al ver el daño causado a una de las más preciosas piezas del patrimonio mundial.
El patrimonio cultural, ya sea construido, tangible, intangible o documental, es increíblemente precioso y cuando se daña, roba o pierde, tiene un gran impacto. El patrimonio cultural no solo encarna nuestra historia sino también nuestras identidades: colectiva e individual. La protección de ese patrimonio es primordial y no podemos seguir reconociendo su valor sólo cuando estamos por perderlo o está perdido.
Es gracias a los incansables esfuerzos de la brigada de bomberos parisina y profesionales del sector del patrimonio cultural junto a la Arquidiócesis de Paris, que (una buena parte) del tesoro que es Notre Dame y muchas de las reliquias dentro de este espacio han sido salvados y aún pueden ser recuperados. El Consejo Internacional de Archivos agradece en nombre de sus miembros todo lo que han logrado hasta ahora.
Ahora queda mucho trabajo por hacer para reconstruir la Catedral y el Consejo Internacional de Archivos ofrece su apoyo al Ministerio de Cultura, a la Dirección General de Patrimonio, así como a la Arquidiócesis de Paris. Si podemos apoyarlos de alguna forma, el Consejo está listo para ofrecer la ayuda de todos sus expertos.
Para aquellos en la comunidad que deseen apoyar los esfuerzos de reconstrucción de Notre Dame, la Fundación de Patrimonio (Fondation du Patrimoine, en francés) ha creado una página que acepta donaciones: https://www.fondation-patrimoine.org/ La Fundación es una organización francesa sin ánimo de lucro creada en 1996 para apoyar y proteger el patrimonio cultural en Francia.
Dr Anthea Seles, Secretaria General ICA